«Amar no es perder la individualidad ni torcer la visión del mundo, es reafirmarse junto al otro, crecer de a dos, siendo distintos y únicos»
Walter Riso
¿Sientes que tu pareja es lo que da sentido a tu vida y que sin ella no podrías vivir? La vinculación con la pareja basada en una dependencia emocional puede estar pasándote desapercibida y creer que es sano amar de manera obsesiva y asfixiante. Debajo de una pauta mental y emocional obsesiva como es una dependencia emocional, se esconde en gran parte una lealtad al sistema familiar y una herida de abandono de la temprana infancia. La buena noticia es que las constelaciones familiares tienen la capacidad de sacar este patrón a la luz. En realidad, una relación de “sin ti me muero” esconde una incapacidad de renunciar a tu pareja aun y cuando sientes y sabes que no te da bienestar ni felicidad estar juntos.
La dependencia emocional es una forma de unirse en pensamiento y en emociones con tu pareja de forma obsesiva. Generalmente su origen está en creer de forma errónea que la propia relación provee, de manera única y permanente, placer y seguridad. En consecuencia, te convences de que sin esa relación es imposible ser feliz. Además, para reforzar esta creencia calcas el patrón aprendido de vinculación que tenían papa y mama. Aparentemente crees que no te pareces a tu padre y madre, que has construido una relación mucho mejor que ellos. En realidad, de forma inconsciente estas tejiendo un vínculo idéntico y así se ve en la constelación.
Detrás de un patrón de dependencia emocional existe en muchas ocasiones una repetición de patrones familiares de origen. Durante tu infancia temprana y, desde tu nacimiento, necesitas para tu supervivencia establecer un apego, una dependencia con tus cuidadores, en especial, con mamá. ¿Qué sucede si esto por los motivos que sean no se da? Llevarás la necesidad de depender de algo o de alguien. Muy probablemente, te volverás dependiente de tu pareja.
Voy a contarte una constelación que facilité. Álvaro tiene 48 años de edad, casado en primeras y únicas nupcias con su mujer de su misma edad que conoció a los 15 años. Álvaro no había estado con ninguna otra mujer más que con su actual pareja. Tímidamente me escribió para hacer “urgentemente” una constelación. “!¡Mi mujer quiere divorciarse y, sin ella me muero!”. Así fue su decreto: corto y contundente.
Consteló el primero del grupo, su objeto constelable era “mi matrimonio”. Le sudaban las manos y se sentía confuso, agitado, llevaba más de 3 noches sin apenas dormir. Preso por un pánico propio de los adictos.
Nada más salir su participante se desplumó al suelo tal cual. Sentía mucha debilidad y ganas de dejarse caer. Le invité a que se tumbara. Con la constelación Álvaro vio claramente como el amor hacia su pareja no era sano, era una auténtica dependencia emocional que entorpecía y bloqueaba la relación. Álvaro fue abandonado por su madre. Fue criado por su padre, un hombre violento, po asistentas de la limpieza y por una amiga de su madre que se prestó a ayudar. Cuando volvió a recuperar el contacto con su madre de forma más o menos estable, tenía 12 años y al cabo de 3 años ya se vinculaba a quién es su mujer actual.
Muy probablemente habrás escuchado hablar sobre la dependencia emocional en algunas parejas de tu alrededor, sea porqué la han transitado o bien porqué se han tratado en terapia. Actualmente se está escuchando mucho en los medios de comunicación ya que todo maltrato de género tiene como precedente una extrema dependencia emocional. No obstante, la dependencia emocional no es exclusiva en estos contextos.
Con la constelación familiar Álvaro accedió a ver que su mujer no era su madre, que el amor romántico pasa y que el amor sano y consciente necesita ser sanado, pensado y cultivado. Además, vio que la codependencia de su mujer era en realidad una dificultad para entablar una correcta relación consigo misma y poder interrelacionarse con los demás (inclusive él) sin necesidad de fusionarse.
Días después de la constelación, los síntomas característicos de la dependencia emocional extrema fueron cesando y Álvaro recuperó su dignidad y madurez suficiente para enfrentar un divorcio desde un lugar calmado y pausado. El desafío en la constelación de Álvaro fue escoger la vida y tomar a su madre, perdonarla. A la vez, tuvo que enfrentar dolores, el dolor de aceptar que su mujer no es responsable de llenar sus vacíos emocionales y aceptar que están en caminos de evolución distintos.
En la constelación de Álvaro se pronunciaron los decretos sanadores de “yo soy dueño de mis actos” “No me perteneces ni te pertenezco, puedo vivir sin ti”. De forma arrolladora Álvaro vio que estaba repitiendo minuciosamente el guion de vida de su padre. Al finalizar la constelación le facilité algunas pautas para irse amablemente desapegando de su pareja sin provocar más dolor y sufrimiento a ambos. Desapegarse no es desamarse, es amarse desde un lugar donde aceptas y eres aceptado y, en caso de no sentir la misma afinidad, decidir soltar la relación desde el profundo respeto y consideración.
En psicología sistémica se ve claramente que en parejas que llevan muchos años juntas existe un riesgo inevitable de vincularse en algún momento de forma dependiente. En realidad, te voy a contar un secreto: la dependencia es una proyección que realizas en el otro, proyectas una película de lo que te hubiera gustado recibir y ser de pequeño, proyectas un amor que no le corresponde a tu pareja ofrecerte. A cambio, das y das, haces lo que sea para ser amado. El amor adulto pasa por conocerse para conocer al otro y vivirse desde una co-independencia.
La dependencia emocional se sujeta gracias a la idealización de la pareja hecha justo en el momento en que la elijes y, además, gracias a una elección inconsciente que hiciste de buscar que alguien llenara tus necesidades propias del vínculo primario con papa y mama.
Si estás leyendo este artículo es probable que resuenes con algo de lo que he dicho y, llegados a este punto, muy seguramente tienes el presentimiento de que quizás tu relación esté cogiendo matices de dependencia emocional. Te ofrezco una práctica para que puedas tomar consciencia de la calidad de libertad que tiene tu relación. Siéntate y escribe en un papel cuantas veces dices “NO” a una petición, sea de tu pareja o de tus relaciones cercanas, apunta también dos cosas más: (i) cuáles son tus necesidades y (i) ¿cuántas actividades, hobbies y amistades ejercitas de forma autónoma sin tu pareja?
Con las constelaciones tomas consciencia de lo que está sucediendo y del camino a tomar para cambiar. “Conflicto observado, conflicto resuelto”. Una vez hayas constelado, verás el camino a seguir y los pasos a tomar para vivir en paz. Te ofreceré herramientas conscientes para una sana comunicación y entendimiento de ti mism@ y de la relación. Hay un antes y un después de constelar, accedes a un camino de consciencia y amor en las relaciones.
Escríbeme por WhatsApp a 655 624 863 o escríbeme al email blanca@ankaterapia.com y te informo de mis talleres grupales e individuales. Si quieres saber más sobre las constelaciones, te invito a que veas los artículos y videos de mi blog: Constelaciones Familiares
Gracias por hacerlo posible. Om shanti.