La sanación o transmutación de nuestro dolor en dicha y bienestar sucede por varios medios. De hecho, una premisa clave y fundamental para poder sanarse es querer sanarse y mantener una actitud proactiva, persistente, paciente, honesta y amable con uno mismo.
No existe ninguna persona, ningún libro, ninguna divinidad, ninguna creencia o dogma, que nos convierta automáticamente en seres amorosos, prósperos, felices, plenos y armoniosos y bellos. Si uno no quiere o no desea crecer y expandir su consciencia, si uno desecha las bases del juego de la vida y desafía el orden oculto que mueve el sentir y proyecto de vida colectivo, si uno no trabaja para su bienestar y salud integral, nadie ni nada podrá hacerlo. Hay un camino a recorrer hacia la autorealización que se transita si uno quiere y lo desea, se transita acompañado y asistido, y dando los pasos de forma individual y sostenidamente.
No obstante, sin duda cabe que los libros, el conocimiento, las personas cuyo don terapéutico facilitan la auto sanación, las herramientas y técnicas creadas son llaves maestras para crear una grieta de la que sale el deseo de transformación, el deseo de vivirse en plenitud. Dentro de todo este marco de asistencia, hay un elemento que, bajo mi punto de vista, a veces queda desterrado, y es el poder de la imagen, el poder de la sanación tras los medios audiovisuales. Así como cuando vemos una noticia sobre crímenes o guerra se nos estremece el cuerpo y una parte de nosotros duele y se entristece, a la inversa sucede igual. Estemos atentos a lo que vemos y oímos y no subestimemos el poder que tiene de moldear nuestro estado de ánimo, nuestra actitud y nuestro campo energético invisible.
Rindiendo homenaje a esos films que tras ellos subyace una energía humana voluntariosa de ayudar e iluminar a los seres en pro de la unidad y en pro de la evolución personal, cito esas películas que ayudan a expandir al ser hacia lo transpersonal, hacia su retorno a casa.
- El cielo es real, dirigida por Randall Wallace
- El guerrero pacífico, dirigida por Víctor Salva
- La cabaña, dirigida por Stuart Hazeldine
- Come, reza, ama, dirigida por Ryan Murphy
- Invictus, dirigida por Clint Eastwood
- Las nueve revelaciones, dirigida por Armand Mastroniani
- K-pax, dirigida por Iain Softley
- Astral City, dirigida por Wagner de Assis
- Wonder, dirigida por Stephen Chbosky
- La Leyenda de Bagger Vance, dirigida por Robert Redford
- Más allá de los sueños, dirigida por Vincent Ward
Existen multitudes más de películas y documentales que nos pueden ayudar a despertarnos de nuestro sueño y fantasía de creer que somos humanos viviendo una experiencia espiritual o trascendental cuando en realidad, a lo mejor, somos seres espirituales experimentando a ser humanos.