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Acompañar relaciones conflictivas en parejas y procesos de separación es abrirse al arte de la incertidumbre: cada uno y cada pareja es un mundo distinto y lleno de matices. Hoy te traigo el caso de una paciente, se llama Laia (nombre ficticio porqué así me lo pidió). Llegó a Anka Terapia con un nivel de ansiedad y pánico elevado, un estado de emergencia espiritual. Te cito literalmente lo que me dijo:

El proceso de divorcio es una etapa de tu vida que puede ser emocionalmente abrumadora y desafiante para ti y también para tu ex pareja. La lucha de poderes te impide incluso respetar a tus hijos y éstos sufren mucho. Además, tiendes tu y/o tu pareja a culpabilizaros en extremo a pesar de ser personas muy trabajadas interiormente y espirituales. Es frecuente que sientas una montaña de emociones, desde la tristeza y la pérdida hasta la ansiedad y el miedo al cambio. En medio de esta tormenta emocional, constelar familiarmente tu asunto del divorcio así como la relación con tu ex pareja se presenta como una herramienta valiosa y esencial para ayudarte a navegar por las complejidades del divorcio y para guiarte en soltar un pasado emocional. 

El proceso de tu divorcio es un viaje emocionalmente desafiante que lleva consigo una carga significativa de angustia, soledad y, a menudo, la compleja cuestión de la custodia de los hijos. Cada uno de estos aspectos se entrelaza en una maraña de sentimientos que requiere paciencia, comprensión y, sobre todo, autocuidado. Llevar todo esto solo es complejo y arriesgado para tu salud mental.

Me he divorciado y, aun y ser terapeuta, tuve mi acompañamiento terapéutico. Sé de lo que hablo. La angustia, la sensación de no tener suelo bajo los pies y de estar en auténtico estado de peligro e indefensión es, quizás, un síntoma de “corazón roto” que necesita de acompañamiento en terapia.

Tu relación de pareja, a pesar de ser una fuente de alegría y compañía, a menudo se ve desafiada por conflictos que, si no se manejan adecuadamente, pueden llevar a un callejón sin salida. Uno de los retos más comunes que estoy segura enfrentas a diario es la gestión de la intimidad y la comunicación, especialmente cuando hay niños en el panorama. ¿Cuáles son tus problemas? Encontrar momentos de intimidad con niños en casa y espacios de calidad para hablar. Muy probablemente crees que las soluciones pasan por poner la voluntad necesaria para compartir momentos y hablar sobre lo que os preocupa, gusta y molesta uno del otro. En resumen, explicar todo lo que te gustaría y explicarle todo lo que te haría sentir mejor que hiciera para tu estar bien.

En una sesión individual de constelaciones familiares abordé con una paciente un tema que va siendo su gran molestia. Tiene 42 años y le angustia no tener pareja, le preocupa estar sola y, en especial, no poder cumplir su sueño de ser madre. 

Mientras hacemos terapia centrada en la observación y comprensión de su niña interior irrumpe un recuerdo muy profundo y ciertamente doloroso que tuvo con su padre en la época adolescente. Desde ese instante me entró la sospecha que ese contenido biográfico estaba quizás íntimamente ligado al asunto de su imposibilidad de tener una pareja. Y le sugerí que constelara.